jueves, 3 de noviembre de 2016

CONOCER ES VIVIR



CONOCER ES VIVIR
15 de abril de 2016: primer día.
Hoy no ha sonado el reloj despertador a las siete menos cuarto. Sin embargo, me he despertado igualmente y a la misma hora. Viernes y la primavera desborda por los naranjos de mi calle acompañada del gorjeo de los gorriones nuevos. Esta mañana he sentido más cerca el aleteo de la vida. Me he hecho el remolón hasta que el olor de las tostadas me llamó a la cocina donde mi hijo pequeño estaba listo para salir a la Universidad. Antes del saludo mañanero me di cuenta de la amplia sonrisa que ocupaba su rostro: empieza a disfrutar de mi jubilación antes que yo.
Unos diez días después…
Esto no va bien. Las mañanas se me hacen interminables y las horas se ralentizan en todos los relojes de mi casa. Pienso que el hecho de estar solo durante la mayor parte del tiempo -mi mujer en el trabajo, mis hijos en sus ocupaciones y poca tarea que hacer en la casa-  hace que la cabeza cuente el paso de los minutos de una manera diferente a cuando se está cumpliendo un horario de trabajo… El trabajo… Me había ido preparando para estos momentos de ausencia de actividad obligada: el último año seguí dando clases en el instituto con la conciencia clara de que estaba desconectando.  No puedo dejar que me supere esta sensación de inutilidad que se me viene de vez en cuando. “Otro que tenemos que mantener”, comentó jocosamente Miguel, marido de una colega de profesión. Asociar jubilado e inútil está al alcance de todos.
Era Mayo
cuando ya había diseñado la estrategia a seguir una vez que se había cerrado el período activo de mi vida en lo laboral. Y fue en la clausura del Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla que se celebró en la sede de Los Palacios. De manera programada, David, el coordinador del Aula, me propuso que yo fuera el portavoz del Claustro de Profesores en dicha sesión de terminación del curso 2015/2016. Y preparé a conciencia mi participación -puesto que sería la última-  para que mi alumnado universitario se llevara el mensaje final de un tiempo de trabajo y de estudio superados. En fin, la ceremonia se desarrolló con total normalidad hasta que, una vez que yo había concluido mi intervención, el presentador del acto impidió que me fuera del escenario para - ¡sorpresa! - hacerme entrega de un reconocimiento de los alumnos y las alumnas del Aula de la Experiencia por mi jubilación, acompañado de una petición: que siguiera estando con ellos en las clases universitarias, aunque ya no trabajara en el instituto. Fue ese momento cuando me di cuenta que algo empezaba a partir de lo que estaba ocurriendo. Me inundó la convicción de que el tiempo jubilado que me venía iba a estar repleto de las vivencias más intensas y cercanas que se pueden vivir en esta profesión de enseñar. Y públicamente les agradecí su consideración y les prometí que iba a estar con ellos hasta que se cansaran de mis explicaciones de Historia y mis digresiones vitales, de mis dudas metódicas y de los trabajos prácticos… En fin, fue el momento en que sellamos un acuerdo no escrito para compartir en común el camino del conocimiento con una andadura que nos podría llevar a ser personas más libres.
Septiembre, un mes antes de empezar las clases en el Aula de la Experiencia.
Ya se me ha puesto en marcha la maquinaria intelectual que ha estado activa durante más de cuarenta años. Este ha sido siempre el mes de sentarse delante de las propuestas y proyectos de cada curso: calendario, grupos de alumnado, novedades normativas, indicaciones de metodología y trabajo en equipo… Y pongo toda mi intención en conseguir la mejor planificación y adecuación de los temas a los alumnos y las alumnas con los que voy a transitar en el arte de transmitir y enseñar conocimientos. Me viene la reflexión de que el éxito está asegurado -lo hablaba el otro día con Concha, una compañera del Aula- ya que se diseña sobre un cuerpo de información grato al intelecto y, por otra parte, el tipo de alumnado universitario al que me voy a dirigir está receptivo a todo aquello que redunde en su único objetivo: disfrutar con la adquisición del saber.
Pero, como ya sabéis, este curso es bastante especial por lo que aconteció al finalizar el curso pasado; y, por ello, me voy a volcar en ofrecerles y ofrecerme lo más selecto de las materias que voy a impartir con la intención de que el alumnado se sienta motivado y transfieran el espíritu del saber más allá del aula, en sus entornos más vivenciales. Mi proyecto, en síntesis, es el siguiente:
PRIMERO: Llevar a cabo una tarea de coaching, de empoderamiento de las personas que van a estar en el curso a través de modelos extraídos de diferentes épocas de la Historia. Por ejemplo, trabajaremos con Alejandro el Grande la facultad de la INSPIRACIÓN, como fuente de ideas; en Gengis Khan veremos como el MÉTODO asegura la eficacia en el trabajo; Carlos V me servirá para aportar la MOTIVACIÓN en los proyectos de vida que se propongan; cuando estudiemos a Napoleón Bonaparte comprobaremos que la búsqueda del ÉXITO es una marca humana de superación de adversidades…
SEGUNDO: Ofrecer al alumnado una plataforma digital de interacción en nuestro caminar por la enseñanza. Para ello he creado un blog ( http://cacumentalia.blogspot.com.es/ ), donde ya he empezado a colgar artículos que van a preceder todo lo que durante este curso tengo planificado para mis clases. Esta herramienta se presenta con el objeto de convertirse en un foro, una plaza de encuentro en la red donde establecer hilos comunicativos que hagan más fluida la tarea de enseñar y sirva de amplificación a los logros que, sin duda, tendremos este año.
Y TERCERO: La parte práctica -lo que confirma que lo estudiado tiene concreción- va a tener su cabida en la planificación que este mes de septiembre de 2016 me ha traído a la mesa de trabajo. Mis alumnos y alumnas van a vivir la Historia en Cádiz ya que la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Cádiz nos presta, como cada curso, un aula universitaria frente a La Caleta. El Archivo de Indias será sede universitaria durante una jornada para constatar la memoria histórica de un pasado que está en nuestro presente. Un documental de televisión será realizado por todo el alumnado en una participación colectiva que traiga al conocimiento común las historias vitales desgranadas en la materia La Memoria, herramienta histórica de futuro
 
Bien. Este es mi plan de cara a los próximos años junto con otras ideas que irán cuajando con el tiempo. Así que solo me queda dar las gracias a los alumnos y a las alumnas del Aula de la Experiencia que con su seducción me implicaron de lleno en su proyecto de aprendizaje, a la Universidad de Sevilla en la persona de Rosa, responsable de este proyecto universitario, que apostó por mi continuidad frente a esta tarea de impartir clases y a ti, David, coordinador técnico del Ayuntamiento de Los Palacios (Sevilla) que vuelcas toda tu energía creativa en este proyecto por el saber que ha traído aires de cambio a nuestra sociedad. Intentaré no defraudaros.
Paco Toledo.

http://www.premiovidaactiva.com/es/experiencia/292/francisco-toledo-roman.html